LA VESTIMENTA TRADICIONAL DEL ARRANTZALE
Eulalia abaitua
La secuencia temporal analizada en este estudio es la segunda mitad del siglo XIX, puesto que a parir de estas fechas la ropa tradicional (1) del arrantzale desaparece y es sustituida por una vestimenta “globalizada”. Las prendas de mahón sustituyen al cáñamo y al lino, los jerseys de los telares ingleses se imponen al brus y al kaiku, que desaparecen en pocos años, tan solo la boina sobrevive al cambio. La vestimenta tradicional del arrantzale es básicamente la misma que la del baserritarra hasta el siglo XX. Las pequeñas diferencias están marcadas por las necesidades que imponen las particularidades de cada trabajo. Por eso, no encontraremos en la ropa del arrantzale ningún elemento que pueda engancharse con las redes o con los aparejos; Así, el pantalón tiene los botones de la bragueta escamoteados; El gerriko, es fino, se recoge entero para que los frunces no se traben, en ocasiones, un cordel hace las veces de cinturón; El brus es mas corto que el del baserritarra y de tejido mas tupido, solo tiene botones en el pecho y los puños son largos para poder volverse y así tapar el botón.
Las fibras textiles utilizadas en la ropa de la clase trabajadora hasta el siglo XX eran el cáñamo, el lino y la lana. Estos materiales eran baratos y accesibles puesto que eran producidos, hilados y tejidos manualmente en el propio hogar, donde se confeccionaban la mayoría de las prendas. A finales del siglo XIX el algodón sustituye a las clásicas fibras y se imponen los medios de producción mecánicos.
Esta evolución y transformación de la vestimenta, consecuencia de la revolución industrial (2), no sucede de la noche a la mañana, ni en todos los lugares a la vez.
La revolución industrial trae consigo grandes cambios en el sistema productivo textil. Así en 1825 la despepitadora de algodón (3) de Eli Whitney había sido sustituida por despepitadoras mecánicas con tecnología europea, muy superior a la americana; Los telares industriales sustituyen rápidamente a los rústicos telares manuales y los métodos de hilado son mejorados considerablemente. Esto hace que sea posible la aparición de productos de algodón a menor costo que el cáñamo o el lino tejidos a mano en ruecas tradicionales. En 1776 una camisa de algodón costaba de 100 a 200 $, mientras que una camisa de cáñamo, de medio centavo a un dólar; En 1850 ambas venían a costar lo mismo.
(1) Entendiendo como ropa tradicional aquella que responde a unas necesidades socioculturales, étnicas y geográficas concretas. Representa y es parte de la identidad propia de una cultura.
(2) La revolución industrial no es la única razón de la perdida de la vestimenta tradicional, ni la mas importante, que seguramente sea la “vergüenza”.
(3) Máquina manual inventada por Whitney en 1793 que supuso todo un avance en el procesado del algodón.
Este fenómeno evolutivo en el sistema productivo se extiende por toda Europa y a principios del siglo XX, con la desaparición del cáñamo de los mercados por ser demandado como fibra de primera necesidad para el ejercito (1), podemos observar cierta globalización en la forma de vestir en las costas europeas, vemos que tan solo la gente de edad viste de forma tradicional en fotografías del primer cuarto del siglo XX.
Es tal el boom del algodón que en Bergara se crean entre 1910 y 1917 una docena de empresas dedicadas a la confección de prendas de mahón (2), que pasa a formar parte del uniforme laboral de marineros, carpinteros, mineros, herreros,...., básicamente, todos los trabajadores exceptuando a los baserritarras que continúan autoabasteciéndose de cáñamo, lino y lana hasta finales de la segunda guerra mundial. El cáñamo, pese a ser la mejor fibra natural del planeta pasa a estar prohibido desde 1937 (3), mientras casualmente, en las mismas fechas Dupont patenta los procesos de producción de fibras sintéticas y el Rayón aparece en el mercado, aún mas barato que el algodón, acabando de esta manera con el mas mínimo atisbo de tradicionalidad en la vestimenta del trabajador euskaldún.
Basándonos en la información obtenida en el museo etnográfico de Bilbao, que dispone en su amplia colección de ropa tradicional, de todas estas prendas, excepto del brus, prenda de la que solo sabemos gracias a la información gráfica, segunda y muy buena fuente de información. Podemos describir con seguridad la vestimenta (4) del arrantzale de mediados a finales del siglo XIX.
Con buen tiempo aunque muchas veces va descalzo, lleva alpargatas, casi siempre blancas (5) o de color crudo, en ocasiones son oscuras, posiblemente granates o negras. En invierno calza txokolos.
La camisa es blanca o de color crudo, ocasionalmente a rayas, y en contadísimos casos de otro color. Es larga como un camisón, amplia, de hombro caído, como una blusa, abierta solo en el pecho, con un cuello muy fino, tipo máo.
El pantalón es de paño burdo, tipo bombacho, muy ancho. Es oscuro, negro o gris, de los de milrayas. Sujetos a la cintura por un gerriko muy fino bien recogido, sin flecos a la vista, de manera que no pueda engancharse en nada.
(1) Europa entra en un periodo de guerras que acapara la producción del cáñamo. La revolución rusa, las guerras mundiales ....
(2) Algodón de alta calidad y resistencia, tintada de azul, concebida para resistir la dureza del trabajo.
(3) Durante la II guerra mundial el gobierno de los EEUU obligó a los agricultores a cultivar cáñamo para abastecer a sus ejércitos. Fue definitivamente prohibido al finalizar esta.
(4) La ropa de labor es la misma que la de los festivos, que cuando se hacia vieja pasaba a ser para trabajar.
(5) Las fotografías analizadas son en blanco y negro, por tanto, solo se aprecian colores claros y oscuros.
Sobre la camisa, un brus, de color oscuro, negro o granate, mas corto que el del baserritarra, también de un tejido mas tupido. El cuerpo de la prenda esta compuesto por dos únicos paños, uno delantero y otro trasero, enterizos, con frunces a un finísimo cuello, formando una prenda muy amplia, solo abierta en el pecho por tres o cuatro botones. Las mangas son también muy amplias, rematadas en largos puños que permiten voltearlos para ocultar el botón.
Tanto los adultos como los niños llevan la cabeza cubierta por una boina de poco vuelo.
Además de estas prendas podemos ver que ocasionalmente se vestía un chaleco sobre la camisa. También vemos kaikus y chaquetillas de paño, para combatir el frío, puesto que eran de un paño de lana muy grueso. Además de la ropa impermeable, capote y pantalones encerados, que completarían la lista.
El vestido de las mujeres de los arrantzales es idéntico al del resto de las mujeres trabajadoras de Euskalherria, tal y como podemos observar en la documentación grafica que Eulalia Abaitua nos ha legado.
Lleva el pelo recogido, la mayoría de las veces bajo un pañuelo que le cubre toda la cabeza. Enaguas bajo una larga y voluminosa falda. Camisa y blusa, al igual que los hombres, abotonada hasta el cuello, anchas y voluminosas. La mayoría de las veces con un chal o mantón que les cubre los hombros, cruzado en el pecho y sujeto en la cintura por el delantal, prenda obligatoria y común el las mujeres trabajadoras.
Los vestidos de los niños nada tienen de especial en sus formas, que son casi como las de sus padres.
Profundizando en el estudio del brus, y analizando el material gráfico disponible de Europa, comprobamos que es una prenda característica distribuida por casi toda la costa europea. Podemos verla desde Odessa hasta el Mar Báltico y Atlántico Norte, Irlanda, Mar Cantábrico, etc. Si bien en cada región presenta diferencias claras que la hacen propia de cada cultura.
El material con el que se confecciona esta prenda fue posiblemente el cáñamo, como en el resto de Europa, muchas veces proveniente del reciclaje de las velas. Como estas se teñían , generalmente de granate (1) o de negro, el color mas común de la prenda sería el granate y sus degradaciones de tono, junto con el negro y su degradación en grises. Se aprecia en muchas fotos, prendas reparadas en las que el nuevo tejido es mas oscuro. Esto es debido a que los tintes para las velas desteñían con bastante rapidez.
Asociamos al arrantzale con el mahón y mas concretamente con el azul marino. Esto es debido a la popularización del uso de la ropa de mahón en festividades náuticas (2) y del popular jersey azul marino de lana, con botones en el hombro, producido por los telares industriales de Inglaterra. Estas imágenes han quedado grabadas en nuestra mente como tradicionales.
(1) Las velas no se teñían por decoración, la función del tinte es mejorar la resistencia a la putrefacción. Por ello se utiliza la corteza del pino, que aporta gran cantidad de taninos. Dependiendo de la variedad de pino utilizada, se obtienen los diferentes tonos, desde naranja hasta granate.
(2) En 1957 un grupo de marineros vestidos de mahón ocasionó tal escándalo en fiestas de Ondarroa que popularizó la prenda, pasando en breve a ser uniforme en todas las festividades marítimas; Gansos en Lekeitio; Andramaris de Bermeo,
Posiblemente serían el granate en sus variantes y sus degradaciones de color en ocres los colores predominantes (1), tanto en la ropa, como en las velas, de todos los puertos europeos, y como no, euskaldunes. El negro le seguiría, el verde, incluso el azul, pero no como color predominante y menos como representativo del ámbito marítimo. Lo cierto es que Europa vestía de alegres colores hasta el siglo XX. Esto se vio interrumpido por un panorama gris de guerras y miserias durante la primera mitad de siglo, reflejada en una oscura forma de vestir; Negro, azul oscuro, gris, triste en general.
(1)Según cuadros de la época, que representan escenas portuarias, tanto euskaldunes, como
europeas.
Las siguientes instantáneas muestran la vestimenta del arrantzale de finales del XIX
Escenas que muestran la indumentaria femenina.
Eulalia Abaitua
Ramon Zubiaurre
Puerto de Concarneau (Bretaña) en un cuadro de la época, donde se observa la predominancia de colores ocres.
Obra de Valentin Zubiaurre que nos muestra los colores de nuestras velas y vestimentas
Museo etnografico de bilbao
Por GAIZKA FERNÁNDEZ 06/02/11
Loturak:
http://eusjandi.blogspot.com.es/2013/02/vestimenta-masculina-pescador.html